Imagen Hadelqui

Seguidores

lunes, 25 de marzo de 2013

Gabriel (Relato propio)

Esta es una historia triste que escribí hace tiempo, la presenté a un concurso escolar de literatura y dio la casualidad de que ganó y todo. Hoy, revisando cosillas la he visto y me he decidido a ponerla. El personaje es inventado, al igual que la historia, no recuerdo que estaba haciendo ni nada, pero me salió así de triste y bonita a la vez, espero que os guste.

Gabriel
<<Era un día extraño, el sol se cubría con las nubes que no dejaban de llorar. A mí de pequeña me contaron que cuando llueve es porque alguien ha muerto y por ello Dios llora. Un día pude comprobar que eso era verdad, ese día fue el del funeral de mi mejor amigo, Gabriel. Él había fallecido unos días atrás a causa de un conductor borracho.

Tras el entierro me marché medio llorando al parque donde, todas las tardes, él y yo íbamos a divertirnos asustando a los patos del estanque. Me senté en el banco que hay bajo una pequeña encina y me paré a pensar en como era Gabriel. Tenía 17 años, era simpático, muy divertido, muy callado, al menos lo era la mayor parte del tiempo, porque conmigo era la persona más abierta que había conocido, era cariñoso y mi único amigo.

Pero eso había cambiado, mi amigo se había marchado y ya no volvería, por mucho que yo lo lamentara. Yo no sabía que hacer, si echarme a llorar o empezar a gritar. Recuerdo que ese día me quedé toda la noche sentada en aquel banco que para mi había sido tan especial, mirando esa pequeña encina que no sentiría el cariño con que Gabriel la había cuidado. A la salida del sol marché a casa pensando en que haría sin Gabriel, que sería de mi, sola.

“Gabriel, te hecho de menos”, todas las noches antes de acostarme miraba el cielo y le decía esa frase. 

Un mes después de su muerte, mi vida se desmoronaba minuto a minuto, segundo a segundo... Y ahora se la razón, no se vivir sin Gabriel.

No se puede explicar lo que Gabriel y yo sentíamos, era algo diferente a lo que nadie ha sentido jamás, éramos hermanos pero sin lazos de sangre, amigos con una devoción especial el uno por el otro, un sentimiento que nadie más podrá sentir. Era el amor que Gabriel me ofrecía.

Cada vez que al mirarnos a los ojos y sentarnos en aquel banco, junto al estanque, bajo aquella pequeña encina, me decía te quiero sin decir una palabra todo mi interior se removía. Nunca nos habíamos dirigido esas dos palabras que tanto significan, dos palabras tan fáciles de pronunciar como es decir “TE QUIERO”. Ahora lo pienso y lloro cada vez que quiero decir “Te quiero Gabriel”.

Y por fin,tras medio año de venir a este parque a llorar por Gabriel, hoy he tomado una decisión, difícil y dolorosa, pero necesaria para que mi vida siga su camino... ”Gabriel, tú lo eras todo para mi, mi vida entera, aunque ni siquiera lo supieras, y por eso, espero que entiendas que si permanezco aquí, aferrada a tu recuerdo, acabaré muriendo en vida. Pero antes de decir la última palabra, quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón... Te quiero, Gabriel".>>

No hay comentarios:

Publicar un comentario